Imagen: Felipe González-Europa Press
Cuando queda poco más de un mes para la celebración del Congreso Federal del PSOE en Sevilla, el partido aún no se ha dirigido al expresidente del gobierno, Felipe González, que sí estuvo presente en la edición anterior, celebrada en Valencia. La distancia con el actual presidente del Gobierno vuelve a ser enorme, como prueban las recurrentes críticas del histórico líder socialista con los acuerdos de Pedro Sánchez. Sin embargo, según ha podido confirmar ABC, la presidenta del partido, Cristina Narbona, sí que ha realizado llamadas a otros líderes históricos para que se involucren en el congreso participando en ponencias, de forma que se diluya el sentimiento de divorcio entre el PSOE histórico y el PSOE de Pedro Sánchez.
En medio se encuentra José Luis Rodríguez Zapatero, que es el principal respaldo de Sánchez de entre los antiguos dirigentes, pues ha mostrado su apoyo al presidente del gobierno incluso en los casos más polémicos, como los acuerdos con Bildu. Al congreso, que se celebra entre los días 29 de noviembre y 1 de diciembre en Sevilla, asistirán 1095 delegados. Son doce representantes más que en el anterior, celebrado en 2021.
Un debate que de momento se encuentra sin abordar en el PSOE tiene que ver con el futuro del partido cuando ya no esté Sánchez: perpetuar el modelo o volver a las esencias. En la actualidad, el Partido Socialista vive el momento menos autocrítico desde la Transición, aunque es evidente que hay discrepancias con la forma de ejercer el poder de Pedro Sánchez.
En este sentido, la exclusión de Felipe González del congreso no es ninguna casualidad, puesto que es el socialista más crítico con el presidente del gobierno. También es notorio el descontento de algunos barones, especialmente a raíz de los acuerdos con los independentistas, como es el caso del castellano-manchego García Page o el aragonés Javier Lambán.
Las críticas de Felipe González
El expresidente del Gobierno ha cuestionado este martes, en una entrevista concedida a TVE, que el Ejecutivo de Pedro Sánchez sea “el más progresista de la historia” porque, en su opinión, es “una ofensa a la razón” y es “el más desigual en la redistribución” de los ingresos con “éxito macroeconómico”.
“Una cosa es gobernar y otra estar en el gobierno. Por lo menos tiene el propósito de que otros no gobiernen”, ha asegurado el exlíder socialista en la entrevista. También ha criticado que la dirección del PSOE le reproche “las políticas” con las que Pedro Sánchez se presentó a las elecciones generales. Asimismo, ha sido muy claro en su crítica a la ley de amnistía pactada con Junts para la investidura de Sánchez, recordando que, hasta las elecciones del 23 de julio del pasado año, el PSOE estaba en contra de la medida de gracia. “Mi opinión se basa en las resoluciones del partido y no en lo que viene después”.