Imagen: La ministra de Hacienda María Jesús Montero junto a Aitor Esteban (PNV) en el Congreso// EP
El PSOE ha llegado finalmente a un acuerdo con Junts y el PNV para hacer permanente el impuesto especial a la banca y, al mismo tiempo, tumbar el que gravaba a las eléctricas. Este pacto no cuenta con el apoyo de Sumar, que ya ha registrado sus propias enmiendas en el Congreso para incluir también a las energéticas que los nacionalistas quieren dejar fuera. Sin los votos de su socio en el Gobierno, los socialistas tendrían que recurrir al PP para sacar adelante ese pacto.
Este miércoles terminaba el plazo de enmiendas para aplicar la directiva europea sobre el impuesto de sociedades. Un texto sobre el que hay un acuerdo general entre los socios del Gobierno porque plantea elevar el tipo mínimo al 15%, en línea de la media de la Unión Europea. Pero el Ejecutivo buscaba incluir también en esta proposición de ley el debate sobre la fiscalidad especial para las energéticas y la banca, y para ello quería presentar una serie de enmiendas negociadas en el seno de la coalición.
Sin embargo, Sumar se ha desmarcado de dejar fuera a las energéticas. El grupo parlamentario ha registrado una batería en enmiendas para tratar de mantener las conversaciones durante el trámite parlamentario. Aun así, el PSOE no tiene mayoría para sacar ese acuerdo si no incluyen a las energéticas.
EH Bildu, ERC y Podemos piden que ambos impuestos sean permanentes
EH Bildu y ERC han registrado también sus propias enmiendas para que ambos impuestos sean permanentes. Podemos también se ha pronunciado en la misma línea y ha anunciado este jueves que tampoco apoyará la ley si no incluye el impuesto a las eléctricas.
El Gobierno impulsó en 2022 un gravamen especial, de forma temporal, como respuesta a los beneficios extraordinarios por la crisis de inflación y las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). Esa medida está en vigor hasta el próximo 31 de diciembre. Sumar negoció para el acuerdo de investidura que esta herramienta fiscal se convirtiese en permanente y ha querido aprovechar las conversaciones ya en marcha por los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para forzar al PSOE a que cumpla ese compromiso.
Pero en las últimas semanas, desde la parte socialista del Gobierno han empezado a distanciarse de la idea de hacer permanente este gravamen. Si el Ejecutivo “no cuenta con la mayoría suficiente no podrá cumplir con la vocación de que los impuestos a las energéticas y a la banca permanezcan a lo largo del tiempo”, dijo hace pocos días la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.