José Luis Ábalos, el polémico exministro de Transportes y exnúmero tres del PSOE, ha llevado a cabo un progresivo escalado en sus críticas contra el partido que ayudó a consolidar en el poder. Desde su salida del Gobierno en 2021, Ábalos ha emprendido una serie de acciones contra el PSOE, basadas en acusaciones de irregularidades, filtraciones e incluso la petición de acciones legales contra sus excolegas.
Ruptura pública con el PSOE en el Congreso
La ruptura de Ábalos con el PSOE ha sido palpable desde el ámbito parlamentario. En varias ocasiones, ha votado de manera distinta al grupo socialista. De hecho, Ábalos se abstuvo en una votación crucial sobre una propuesta del Partido Popular que buscaba impedir que los partidos independentistas presentaran diferentes papeletas en las elecciones europeas según la comunidad autónoma. Mientras el PSOE votaba en contra, Ábalos decidió no seguir la senda marcada por su antiguo partido, lo que marcó su distanciamiento de forma evidente.
Este tipo de acciones se han repetido en sucesivas votaciones sobre asuntos sensibles como Venezuela o la financiación catalana, donde Ábalos se ha abstenido, desmarcándose de la línea oficial del PSOE. Por estas actitudes le han llovido críticas desde dentro del partido, pero él ha respondido de forma extremadamente desafiante, llegando a insinuar que el PSOE carga con «hechos más graves» a sus espaldas.
Filtraciones del caso Koldo
Otro asunto que ha tensado la relación de Ábalos con el PSOE son las filtraciones relacionadas con el llamado «caso Koldo». Este caso gira en torno a la actuación del exjefe de seguridad del Ministerio de Transportes, Koldo García, en relación con una presunta trama de adjudicaciones irregulares y comisiones ilegales. Ábalos ha solicitado que se investiguen las filtraciones de documentos confidenciales sobre este caso, ya que considera que forman parte de una campaña que parte desde dentro de la cúpula del partido para implicarlo en el escándalo y deshacerse de él, políticamente.
La Auditoría a Óscar Puente
Uno de los principales frentes abiertos en este momento para el exministro socialista es la auditoría encargada por Óscar Puente, ministro de Transportes, tras sustituir a Ábalos en el cargo. Ábalos ha denunciado que esta auditoría presenta «irregularidades» y que su propósito es desprestigiar su gestión. Es más, el exministro está estudiando tomar acciones legales y políticas contra Puente, debido a que, en su opinión, es “evidente que se está buscando incriminarme”. Según su versión, el informe contiene falsedades que afectan directamente a su imagen y, por este motivo, ha anunciado que estudiará acciones legales contra Puente.
Solicitud de readmisión en el PSOE
A pesar de todas estas diferencias, recientemente, Ábalos ha solicitado formalmente su readmisión en el PSOE. Según su visión, sigue considerando que puede aportar al partido, aunque ha manifestado que su reincorporación debería venir acompañada de una investigación exhaustiva sobre los hechos que han llevado a su distanciamiento, con lo que pretende lavar su nombre ante los continuos intentos de desprestigio por parte de su expartido. Con este movimiento, Ábalos parece estar buscando una especie de redención dentro de las filas socialistas, aunque su postura crítica y las acciones que ha llevado a cabo estos últimos meses indudablemente complican ese regreso.
La conclusión es que José Luis Ábalos ha convertido su enfrentamiento con el PSOE en una batalla personal y política que ha ido escalando en los últimos meses, sin embargo, a pesar de las denuncias públicas y acciones desafiantes, el exministro sigue buscando que su partido le arrope de nuevo y le devuelva el honor perdido.