Las charlas de salud y educación sexual en los colegios están a la orden del día. Los contenidos, ciertamente polémicos, parecen no ser respaldados por una mayoría de padres que no considera que el colegio deba ocuparse de esos asuntos, sobre todo sin contar con su permiso.
La ley educativa actual no recoge la hoja de ruta de lo que se tiene que enseñar en los colegios sobre este tema tan delicado. Sólo se conoce que estas charlas están organizadas por personal externo del colegio, como personal de la enfermería, sexólogos o asociaciones. Los padres reconocen que cada vez les preocupa más hacia dónde están yendo estas charlas de sexualidad y sobre todo el concepto de “banalización” que se le está mostrando a los menores desde edades muy tempranas.
Estas intervenciones están diseñadas para ofrecer una educación sexual en los colegios a través de una serie de sesiones con el fin de proporcionar a los estudiantes información sobre la sexualidad humana, el desarrollo físico y los embarazos no deseados, al menos en principio.
Más en profundidad, entran en temas como la anatomía, pubertad, diversidad sexual y género; pero sus contenidos están en el foco mediático debido a la manera de tratar este tema ante los menores. La forma tan descarnada de hacerlo ha generado cierto malestar entre los padres que no ven conveniente que sus hijos reciban este tipo de charlas, sin, al menos, el consentimiento de ellos. Además, en algunos casos contradicen los valores familiares y eso es algo en lo que los colegios no deben interceder, consideran.
Padres piden la cancelación de las charlas de educación sexual
Un caso polémico sucedió cuando en mayo de 2023 un padre de la localidad vizcaína de Laukiz, envió una carta dirigida a la dirección del colegio donde su hijo de 10 años estaba inscrito, para denunciar su descontento con “lo que le habían enseñado en las aulas”. Ibai Cereijo, padre del menor, denunciaba que a su hijo le estaban enseñando lo que significaba “hacer un trío”. Además, desvelaba que a lo largo de este taller fueron “tremendamente explícitos con niños de tan solo 10 años acerca de ciertas relaciones sexuales y distintas prácticas”.
El padre del menor destacaba que estas charlas de sexualidad se hacen a solas con los niños sin presencia de ningún profesor del propio colegio. Ibai Cereijo destacaba que su hijo le contaba “escandalizado” el contenido del taller al que había tenido que asistir. También le preocupó que su hijo le empezó a «contar cosas que no deberían haber ocurrido, pero lo que más me escandaliza es esa desfachatez de meter a niños en el aula y hablarles de lo que es un trío”.
Así mismo, sentenciaba que había decidido «emprender esta batalla para animar a otros padres y que no tengan miedo y reivindicar sus derechos y que se imponga el sentido común”.
Otro padre, cuyos hijos acuden al colegio en una localidad de Alicante, publicó un vídeo en Tiktok donde denunciaba lo que unos educadores sexuales les habían contado a uno de sus hijos y destacaba que les habían explicado que: “las niñas, para darse placer a sí mismas, lo que tienen que hacer es juntarse dos, juntar las vaginas y frotarse”. Mientras que a los niños “les han explicado que, para darse placer, hay que masturbarse metiéndose un dedo en el culo y frotándose la próstata”.
Estas charlas se muestran como una herramienta educativa que pretende preparar a los jóvenes para entender la salud sexual y sus relaciones de manera “responsable y segura”. Pero su implementación en los colegios no ha encontrado ningún tipo de apoyo en los padres que consideran que lo que les cuentan sus hijos sobre lo que han vivido en estos talleres es escandaloso. Esto abre un debate sobre la línea que los colegios pueden cruzar o no a la hora de educar a los menores.