El aluvión de críticas a Renfe proviene de todos los puntos de España, debido a problemas recurrentes en sus servicios, especialmente en las líneas de media distancia, cercanías y alta velocidad, han llegado críticas de varias comunidades autónomas en las últimas semanas. Estas quejas van desde fallos en la planificación de obras, hasta la falta de inversiones en infraestructuras ferroviarias, unos problemas que han generado tensiones entre las administraciones regionales y el Gobierno central.
Galicia: descuido de las líneas de media distancia
En Galicia, la Xunta ha manifestado su descontento con los servicios de Renfe, especialmente en las líneas de media distancia. La problemática se ha acentuado en los últimos meses, lo que ha llevado al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a solicitar una reunión con el ministro de Transportes, Óscar Puente, para abordar los problemas que afectan a esta red. Rueda ha subrayado que las deficiencias en la gestión de Renfe no solo afectan a la puntualidad de los trenes, sino que también generan un servicio ineficiente que perjudica tanto a los usuarios locales como a los turistas.
Entre los principales problemas denunciados se encuentran las cancelaciones frecuentes, retrasos prolongados y una reducción de frecuencias que ha impactado directamente a las conexiones ferroviarias de ciudades clave en la comunidad gallega. Las obras en diferentes tramos han agravado la situación, ya que no se han ofrecido alternativas adecuadas para paliar las interrupciones en el servicio. Desde Renfe no se ha hablado de una solución, por lo que se espera que estos problemas se mantengan a lo largo de los meses siguientes.
Cataluña: caos por las obras en el Rodalies
En Cataluña, la situación no es mejor. Los usuarios de la red de Rodalies han experimentado un servicio deficiente en varias líneas debido a las obras de mejora de infraestructuras. Si bien la Generalitat ha exigido mayores inversiones para modernizar el servicio, las interrupciones en las rutas clave han causado un malestar generalizado. Un claro ejemplo de esto es la línea afectada en Roda de Berà, donde las obras no han sido acompañadas de un plan alternativo eficiente, lo que ha dejado a miles de usuarios sin servicio. Las críticas han sido constantes y la Generalitat ha exigido soluciones más efectivas para garantizar la movilidad de los ciudadanos.
El consejero de Territorio, Juli Fernández, ha sido uno de los portavoces más activos en este conflicto, demandando una mayor descentralización del servicio ferroviario, con el fin de que la gestión pase a manos del Govern para mejorar su eficiencia. Sin embargo, esta petición ha sido hasta ahora desoída por el Ministerio de Transportes.
Andalucía: Jaén y Granada, aisladas
Otra comunidad que ha mostrado su descontento es Andalucía, particularmente en las provincias de Jaén y Granada. Los vecinos de estas localidades han protestado enérgicamente contra lo que consideran un aislamiento ferroviario, sobre todo en relación con el AVE. En Jaén, más de 22.000 firmas en la plataforma Change.org han sido recogidas para exigir una mejora en las conexiones ferroviarias que les permita acceder de manera más directa a las grandes ciudades como Madrid o Sevilla. Una de ellas, ‘Porque Jaén también existe’, cuenta con más de 12.500 firmas; la otra, bajo el título “Que la estación Linares-Baeza no pierda el tren con Madrid” y dirigida al Ministerio de Fomento, tiene más de 10.200 firmantes.
Granada, por su parte, ha vivido también un prolongado aislamiento ferroviario, a pesar de las promesas de mejora en las conexiones de alta velocidad. Las obras, los retrasos en los tiempos de viaje y las deficiencias en la planificación de Renfe han sido motivos de protestas. En este contexto, tanto el alcalde de Granada como la Junta de Andalucía han exigido soluciones rápidas y eficaces para mejorar las conexiones y garantizar que el AVE cumpla con las expectativas generadas.
Madrid: Caos en los cercanías
En Madrid, las críticas se han centrado en el servicio de cercanías, donde los problemas son constantes. Los trenes entre las estaciones de Atocha y Chamartín han sido motivo de queja por parte de miles de madrileños debido a interrupciones en el servicio y a las largas esperas que se han producido como consecuencia de las obras. A principios de octubre, una interrupción masiva en la línea entre estas dos estaciones clave causó un caos en la capital, dejando a muchos usuarios sin opciones de transporte adecuado.
La Comunidad de Madrid ha pedido en varias ocasiones un mayor compromiso por parte del Gobierno para mejorar las infraestructuras y la gestión del servicio, ya que las cercanías son fundamentales para la movilidad diaria de millones de personas en la región.
La situación actual de Renfe ha generado malestar en diversas comunidades autónomas, cada una con problemáticas específicas pero unidas por una sensación común de abandono o mala planificación por parte de la empresa ferroviaria. Galicia, Cataluña, Andalucía y Madrid son solo algunos de los ejemplos donde los usuarios y las autoridades locales han exigido mejoras inmediatas para garantizar un servicio eficiente y de calidad. La falta de inversiones, la mala gestión de las obras y la ausencia de alternativas adecuadas han convertido a Renfe en el foco de críticas de gran parte del territorio nacional.