El ministro de Interior, Fernando Garnde-Marlaska, han mandado un plan de refuerzo antiterrorista debido a la amenaza de atentados yihadistas en Semana Santa. Este plan de refuerzo en la seguridad estará operativo hasta el dos de abril e incluye el
“reforzamiento de los dispositivos operativos y las medidas preventivas y de vigilancia y de respuesta antiterrorista”, también se blindarán “los controles aleatorios de vehículos y personas”, la vigilancia reforzada de “plazas, paseos y grandes vías comerciales” o “acontecimientos religiosos, de ocio, deportivos o cualesquiera otros con gran afluencia de personas”. Incluso, se intensificarán las “medidas policiales de prevención, protección y respuesta antiterrorista en relación con la Embajada de Israel y demás legaciones diplomáticas de dicho país en España”.
El ministerio del Interior ha trasladado este texto de oficio a la Policía, donde tampoco oculta la preocupación de que suceda un ataque terrorista en estas vacaciones de Semana Santa: “La festividad de Semana Santa -un periodo de especial significado para los ciudadanos, y que comporta, además, una importante y numerosa participación y presencia de éstos relacionados con dicha festividad, así como desplazamientos por todo el territorio nacional- unido a la persistencia de altos niveles de riesgo de actuaciones terroristas, tal como se ha puesto de manifiesto en la sesión de la Mesa de Evaluación de la Amenaza celebrada el día 20 de marzo, hacen preciso no sólo mantener las medidas de prevención, protección y respuesta previstas en el vigente Nivel 4 de Activación del Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista, sino incluso proceder a un reforzamiento de especial intensidad de las mismas”.
Marlaska no oculta su preocupación
Este plan de refuerzo de la seguridad, presentado Marlaska por medio de su secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz, explica que: “La intensificación de dicho reforzamiento en toda España estará dirigida a un robustecimiento de los dispositivos de seguridad y de las capacidades de inteligencia, de control y seguimiento antiterrorista por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado, así como por el resto de los Cuerpos policiales y demás instituciones, organismos y operadores, públicos o privados, en materia de seguridad, en el marco de sus respectivas competencias y responsabilidades funcionales y territoriales”.
Así mismo, el texto de oficio se centra también en la protección de los acontecimientos religiosos y de los lugares en los que vayan a acoger a un gran número de personas: “edificios, centros o instalaciones emblemáticas con gran presencia de visitantes, o que puedan ser identificados como de especial interés por los elementos terroristas para sus acciones” y, en general, “todos aquellos lugares o edificios en los que se prevea la existencia de especiales concentraciones de ciudadanos y que, por ello, puedan ser considerados como potenciales objetivos de sus acciones por los citados elementos terroristas”.