Aunque parezca algo decimonónico o una costumbre de otro tiempo, a día de hoy todavía se ofrecen recompensas por la cabeza de fugitivos o importantes criminales. En una sociedad donde los conflictos bélicos se profesionalizan y las guerras se llevan a una escala mayor, los señores de la guerra en África adquieren un papel fundamental en los estados. Hablamos de personas que sustituyen la autoridad estatal y que bajo su bota se cometen crímenes abyectos. Es el caso de Joseph Kony, el criminal más buscado de África por el que EEUU ofrece unos 5 millones de dólares por su cabeza. Un individuo cuya caza se puede asimilar a la de Bin Laden o Sadam Houssein
Joseph Kony, el gurú y guerrillero que pone en jaque a Uganda y República Centroafricana
Joseph Kony es un señor de la guerra nacido en 1961 en Uganda, destacándose el hecho de que perteneció a la etnia Acholi. Para entender el papel de Joseph Kony hay que tener en cuenta que este sujeto es un señor de la guerra. El concepto señor de la guerra es la traducción literal del inglés warlord, que se utiliza para describir a una persona que ostenta un poder que se ejerce teniendo de facto el poder militar y el poder político de un área subnacional, gracias a un grupo de fuerzas armadas leales a dicho individuo y no a la autoridad central estatal.
Este rebelde ugandés creó en el año 1987 el Ejército de Resistencia del Señor (LRA), una milicia que aterrorizó el norte de Uganda y los países vecinos a finales del siglo XX y principios del XXI. Se trata de una milicia que buscaba la instauración de un régimen teocrático basado en una interpretación fundamentalista de la biblia, con elementos sincréticos de religiones animistas propias de la etnia Acholi y con el objetivo de crear una nación Acholi.
Kony nació y se crió en la aldea de Odek, en la zona septentrional de Uganda. De etnia Acholi, sirvió como monaguillo durante su juventud y era aficionado al baile. Dejó la escuela para convertirse en sacerdote y medium tradicional. Cuando Yoweri Museveni tomó el poder en Uganda en 1986 y se convirtió en presidente, algunos Acholis se rebelaron. Una pariente de Kony, la médium espiritista Alice Lakwena, lideró un grupo rebelde llamado Movimiento del Espíritu Santo, que fue diezmado por las tropas del gobierno mientras avanzaba hacia Kampala, la capital.
Para aquel entonces Kony se unió a otra facción y en 1987 se autoproclamó profeta del pueblo Acholi haciéndose líder del Movimiento del Espíritu Santo, que posteriormente se convertiría en el LRA. En sus primeros años, el LRA disfrutó de apoyo en el norte de Uganda, pero a medida que sus recursos disminuyeron, la milicia comenzó a esquilmar y saquear a la población local. El movimiento cobró una fuerza considerable en 1994 cuando recibió el respaldo del gobierno de Sudán, que trató de tomar represalias contra Kampala por su apoyo a los rebeldes sudaneses.
Kony, se convirtió en el gurú del pueblo Acholí y con profecías que dijo haber recibido las visitas de espíritus que se le acercaban en sueños, ordenó al LRA atacar aldeas, asesinando, violando y mutilando en una campaña del miedo que desplazó a unas dos millones de personas. El LRA se convirtió en la facción más salvaje, sus crímenes incluían el secuestro de niños a los que se les lavaba el cerebro para que se convirtieran en soldados y esclavos.
Kony los convenció de que el agua bendita los hacía a prueba de balas. Los niños que se resistieron o trataron de escapar fueron golpeados hasta la muerte por sus compañeros. Se informó que Kony había tomado a más de 50 de sus cautivas como «esposas». En 1996, el gobierno comenzó a establecer campamentos seguros, teniendo en cuenta que el levantamiento de Kony había trascendido las fronteras de Uganda llegando su violencia a República Centroafricana, la República Democrática del Congo o Sudán del Sur.
Los niños que vivían en las aldeas del norte de Uganda llegaron a ser conocidos como «viajeros nocturnos», que caminaban kilómetros cada noche hasta la relativa seguridad de los campamentos o ciudades con la esperanza de evitar el secuestro. El objetivo de Kony para el LRA nunca fue particularmente específico más allá del derrocamiento de Museveni y el establecimiento de un nuevo gobierno basado en los Diez Mandamientos.
En el año 2005 la Corte Penal Internacional emitió una orden de caza y captura contra Kony, en la que se le acusaba de violaciones graves de los derechos humanos, entre ellas unos 10.000 asesinatos, el secuestro y esclavización de más de 24.000 niños y la perpetración de embarazos forzosos y torturas. La acción puso a Kony y al LRA bajo los focos del Derecho Internacional, y pronto se retiró el apoyo sudanés a los rebeldes.
Esto llevó a Kony a hacer su primera oferta de paz en mayo de 2006 (reapareciendo públicamente tras 12 años escondido, pero las negociaciones, que comenzaron en julio de 2006 en Juba, Sudán del Sur, se prolongaron. La orden de detención de la CPI resultó entorpeció la situación, el hecho de que el arresto estuviera vigente complicó el hecho de que Kony saliera de su escondite.
El gobierno ugandés trató de que se suspendiera la orden, pero se consideró que tal medida podía dañar la integridad tribunal. Tras varios años de disputas verbales condujeron a un acuerdo de paz que se finalizó en abril de 2008, Kony no compareció para firmar el documento, exigiendo que la CPI suspendiera las órdenes de arresto contra él y otros líderes del LRA antes de que firmara el acuerdo.
Entretanto, a finales de 2006, Kony y el Ejército de Resistencia del Señor habían abandonado en gran medida Uganda y ahora tenían su base en los países vecinos de la República Democrática del Congo y el Sudán. Ya en noviembre de 2008, los vecinos de Uganda (que para entonces eran cada vez más objetivos de la violencia del LRA, a pesar de la disminución del número de efectivos) advirtieron a Kony de que si no firmaba el documento se produciría una ofensiva militar conjunta contra el LRA.
Kony, lejos de arrugarse prosiguió con sus abyectas acciones. Al mes siguiente el departamento de seguridad de EEUU consideró que Kony era un terrorista global. Por ello se lanzó la Operación Lightning Thunder (una operación militar dirigida por tropas ugandesas con el apoyo de las fuerzas congoleñas y del sur de Sudán) contra las bases del LRA en la República Democrática del Congo, pero la operación no logró capturar Kony ni reducir la actividad del grupo. En cambio, el LRA se adentró más en la República Democrática del Congo, Sudán y la República Centroafricana (RCA) y, en represalia, aumentó el número de crímenes contra civiles en esos países.
Aunque los esfuerzos internacionales para capturar a Kony y liquidar al LRA no tuvieron éxito, los años de tratar de evadir la captura parecieron pasar factura al grupo, debilitándolo en la década de 2010. También hubo deserciones de dirigentes de alto perfil del Ejército de Resistencia del Señor, así como de efectivos habituales del Ejército de Resistencia del Señor. Tal es así que el propio Barack Obama lanzó en 2011 la operación Observant Compass, la cuál costó 790 millones de dólares y se saldó sin éxito.
Sin embargo, a pesar de que su número de contingentes disminuyó, el grupo demostró que seguía siendo una fuerza lo suficientemente consistente como para seguir aterrorizando a los civiles, incluido el secuestro de cientos de adultos y niños, principalmente de la República Centroafricana devastada por la guerra, en 2016 y 2017.
Pese a que los esfuerzos por capturar al «Bin Laden africano» han sido infructuosos, en 2022 fue cuando EEUU puso precio por su cabeza, concretamente 5 millones de dólares. Aunque el LRA haya sufrido importantes golpes aun sigue en activo, si bien Uganda no es el centro de operaciones el crimen y las actividades ilícitas de este grupo se distribuyen por por otros países africanos vecinos siendo un problema de seguridad de estado para República Centroafricana
El Africa Corps y la feroz caza de Joseph Kony
Como ya contamos en el reportaje anterior la influencia de Rusia en el continente africano es cada vez más latente. Son muchos los estados africanos que recurren a los servicios de los PMC rusos para apuntalar sus regímenes o abordar problemas de seguridad de estado. Es aquí cuando el conocido como PMC Wagner entra en escena, en este caso la facción conocida como Africa Corps es la que se ha encargado de seguir la pista de Kony.
Muchas fuentes independientes contaron al revista Roling Stone que durante el 2023 y 2024 los mercenarios rusos de Wagner y del posterior Africa Corps se encuentran persiguiendo a Kony. Es curioso ver como describen una sanguinaria y feroz cacería en la Republica Centroafricana en abril de 2024. La operación y relatos sobre la misma parten de las vivencia que efectivos del grupo rebelde UPC (Unión para la Paz en África Central), presenciaron mientras se desplazaban por las selvas de república centroafricana, un comandante rebelde llamado Ousmane transmitió la versión de los combatientes en el campo de combate en una serie de mensajes de voz. El ataque del 7 de abril y sus secuelas cerca de una aldea en el este de la República Centroafricana llamada Yemen.
«Al menos cuatro personas murieron, incluidos dos civiles y dos Wagner», dice Ousmane, y agrega que Kony «todavía estaba en el área» el 8 de abril.
Los eventos de la cacería comenzaron cuando 14 desertores del «Ejército de Resistencia del Señor» de Kony, o LRA, se rindieron a un grupo de hombres que se hicieron pasar por las fuerzas del gobierno de la República Centroafricana a finales de marzo de 2024. Los hombres eran, de hecho, un grupo armado chadiano anejo y convenido con el grupo Wagner, que a menudo se asocia con milicias locales para apoyar sus operaciones y garantizar logística en le campo de batalla.
La detención se dio en el territorio de Haute-Kotto, en la República Centroafricana, una sabana selvática más grande que Carolina del Sur, con pocas carreteras e infraestructuras y numerosas aldeas aisladas. Sus densos bosques y su compleja red de ríos, arroyos y estanques son un refugio idóneo para grupos armados, contrabandistas de marfil y cazadores furtivos, y durante mucho tiempo han sido clave para la supervivencia de Kony.
El grupo chadiano llevó a los 14 miembros del LRA (una mezcla de combatientes, civiles y dos niños) a una ciudad llamada Sam Ouandjia, donde se pusieron en contacto con Wagner, quien pronto llegó con fuerza. Las fuerzas de Wagner arrestaron a los desertores y los llevaron a un destino desconocido, dice una fuente de Roling Sones con experiencia en la región y el LRA, que solicitó el anonimato debido a los riesgos de seguridad para las personas en la República Centroafricana.
«El trato a estos desertores molestó a las autoridades locales de Sam Ouandja, que a menudo han trabajado con otras partes interesadas clave para procesar y apoyar pacíficamente a los desertores del LRA en el pasado», dice la fuente, y agrega que el paradero de los desertores, incluidos al menos dos niños, sigue siendo desconocido, «lo que genera graves preocupaciones por su seguridad y derechos».
Días después de la detención de los desertores, las fuerzas de Wagner atacaron la aldea de Yemen, donde Kony había establecido su base recientemente, albergando dicho ligar una plantación de marihuana que financia una serie de grupos militantes regionales. Los lugareños dicen que el campamento de Kony estaba a menos de 10 millas de la aldea de Yemen, dice la fuente.
«Hemos estado escuchando sobre un mítico bazar de armas y drogas escondido en el monte como refugio para cazadores furtivos y contrabandistas durante años«, dice la fuente. «Tiene sentido que Kony quiera estar cerca de él».
Los detalles del la operación militar fueron reportados por los lugareños, quienes describieron un tiroteo que murieron entre dos y ocho personas, dijo la fuente. Esas versiones coincidían ampliamente con las proporcionadas a Rolling Stone por separado tanto por los rebeldes de UPC como por una fuente estadounidense anónima.
«[Wagner] fue allí con helicópteros, dos helicópteros, y dispararon contra [el campamento de Kony]», dice Ousmane, el comandante de la UPC. El asalto aéreo fue seguido por una operación terrestre, que condujo a un tiroteo sostenido. «Como ellos [Wagner] conocen bien el monte, hicieron mucho daño, quemaron toda la aldea de Yemen. Hay pequeños pueblos a su alrededor, quemaron todos esos pueblos. Todos».
Kony no estaba entre los abatidos añade la fuente experta en el LRA, y se cree que escapó durante el ataque de Wagner. «Es posible que no estuvieran tan cerca de atraparlo, que Kony huyera antes. Pero ciertamente lo intentaron, y encontraron una ubicación cerca de uno de sus campamentos», dice la fuente estadounidense familiarizada con los esfuerzos para capturar al señor de la guerra, y que confirmó de forma independiente los detalles del ataque a la aldea.
«También arrestaron a algunas personas», incluido un jefe local, dice Ousmane, el comandante de la UPC. «Los informes iniciales indican que Kony huyó hacia Sudán en compañía de unos 71 combatientes, sin contar mujeres y niños», dice la fuente con experiencia en el LRA. «Probablemente decidió cambiar de ubicación poco después de la deserción de los miembros del grupo [LRA] a finales de marzo, en consonancia con su modus operandi histórico». Siendo la especialidad de este psicópata criminal huir de por la sabana sin dejar rastro
Afrique Média TV, es un medio de comunicación vinculado al Kremlin que sirve como fuente principal de información sobre las actividades de Wagner y Africa Corps en África, no ha discutido el incidente ni el aparente interés del grupo mercenario en Kony. Pero el 21 de abril, el canal de Telegram conocido por ser utilizado por Wagner publicó un comunicado diciendo que el grupo mercenario había llevado a cabo una operación para liberar a «14 niños esclavizados por el grupo terrorista LRA durante ocho años».
«Durante la operación, dos generales, un coronel y seis militantes del LRA fueron asesinados y se capturaron armas y municiones. Los especialistas rusos transportaron a los niños de manera segura a Bangui, donde actualmente se encuentran en el campamento de instructores a la espera del proceso de regreso a casa», dice el comunicado.
Pese a que la operación no se saldase con éxito, el hecho de que el Africa Corps casi capturase a este criminal evidencia el hecho de que África es el nuevo teatro de operaciones donde el Kremlin quiere centrar su acción. La intención del PMC y por dende del Kremlin es demostrar que es un socio fiable en África. Al respaldar las operaciones de seguridad del Africa Corps, Moscú no solo obtiene ingresos a contantes que utiliza para enriquecer a los magnates de los PMC, sino que también obtiene una palanca de influencia en países como la República Centroafricana y Siria. Esto es esencial para la estrategia de Putin de suplantar y disminuir la influencia occidental a nivel mundial.
En general, las operaciones militares de EE.UU. en África desarrolladas durante los años de la Guerra Global contra el Terrorismo han siso un fracaso manifiesto. Los componentes clave de la estrategia antiterrorista estadounidense se han desmoronado, incluso en Níger, donde los líderes de un reciente golpe militar exigen que Estados Unidos se retire, y en Malí, donde el ejército francés también se vio obligado a retirarse después de un golpe militar. Mientras tanto, ahora se puede ver a manifestantes en varios países africanos portando banderas rusas y pidiendo el despliegue de Wagner.
Si Wagner fuera a atrapar a un señor de la guerra que un presidente estadounidense ordenó personalmente al Pentágono que matara o capturara, sin éxito, solo humillaría aún más a los EE.UU. También reforzaría la imagen de Wagner, demostrando a los gobiernos que hay una alternativa a la intervención occidental.
Banderas rusas en el golpe de estado de Níger
Un ex oficial militar familiarizado con las operaciones estadounidenses contra Kony admite que la operación rusa muestra que los mercenarios están en el camino correcto: «No es el final de la historia de Kony, pero es una continuación, y Wagner puede darnos el final». Imagínense un escenario paradógico donde tenga que ser EEUU quien pague al Africa Corps por capturar a Kony.