Imagen: manifestación en defensa de la vivienda I EFE
El acceso a la vivienda se consolidó en 2024 como una de las principales preocupaciones sociales y económicas en España, alcanzando niveles no vistos desde la burbuja inmobiliaria. Este tema no solo ocupó debates políticos y manifestaciones multitudinarias, sino que incluso apareció en el discurso navideño del rey Felipe VI. En un año marcado por la bajada de los tipos de interés, el abaratamiento de las hipotecas impulsó un notable aumento en la compra de viviendas, pese a que los precios continuaron su escalada.
El contraste entre un mercado inmobiliario dinámico y las crecientes dificultades para acceder a una vivienda genera tensiones. Según el Índice de Precios de Vivienda del INE, el valor de los inmuebles subió un 9,3% hasta septiembre, casi el doble del incremento registrado en 2023. Este aumento elevó los precios por encima de los máximos de 2007, con un metro cuadrado que, en algunas zonas de alta demanda como Madrid, Barcelona o Baleares, supera los 3.000 euros.
La influencia de los tipos de interés en el mercado inmobiliario
El Banco Central Europeo (BCE) marcó un giro en la política monetaria al reducir los tipos de interés desde junio, situándolos en torno al 3% al cierre del año, el nivel más bajo desde marzo de 2023. Este ajuste impulsó la caída del euríbor, indicador clave para las hipotecas, que cerró el año por debajo del 2,5%. Como resultado, las condiciones para adquirir una vivienda se volvieron más favorables, lo que propició un repunte en las transacciones y en la firma de préstamos hipotecarios.
En octubre de 2024, las compraventas alcanzaron cifras récord con 69.418 transacciones, el volumen más alto desde 2007. Hasta ese mes, se habían vendido 537.283 viviendas, un 7,5% más que en el mismo periodo de 2023. Los expertos prevén que el dinamismo del sector se mantenga en 2025, respaldado por el aumento de visados de obra nueva, que crecieron un 16,5% interanual hasta octubre.
Alquileres por las nubes y acceso limitado
Mientras el mercado de compraventa crecía, la situación del alquiler se agravaba. Según el Banco de España, el 45% de los inquilinos enfrentan riesgo de pobreza o exclusión social, el porcentaje más alto de la Unión Europea. Los alquileres, que subieron un 11,1% de media en 2024, suponen más del 35% del salario en ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia, donde arrendar un piso de 70 metros cuadrados supera los 1.000 euros mensuales. En ciudades como Barcelona y Madrid, los precios alcanzan los 1.400 euros.
El desajuste entre oferta y demanda en el mercado del alquiler se ha intensificado. Según Julián Salcedo, presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios, la reducción de la oferta, impulsada por medidas como la Ley de Vivienda, ha generado un escenario «terrorífico». Este fenómeno obliga a muchos a buscar alojamiento en la periferia de las grandes ciudades.