El Ministerio de Trabajo, liderado por la vicepresidenta Yolanda Díaz, enfrenta presiones internas para explorar exhaustivamente las opciones de entendimiento con la patronal antes de concretar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. El PSOE, consciente del rol central de Díaz en estas negociaciones, aboga por dar espacio al diálogo con los empresarios antes de forjar un pacto únicamente con los sindicatos.
Negociaciones extendidas con altibajos
Trabajo ha estado negociando con la CEOE y Cepyme durante meses para implementar esta medida comprometida en el acuerdo de coalición con Sumar. Sin embargo, los desencuentros recientes han llevado a Díaz a emitir un ultimátum inicial, seguido de una prórroga, y ahora se convoca a una nueva mesa de diálogo social.
Por tanto, el Gobierno español enfrenta el desafío de equilibrar las demandas sindicales con las necesidades empresariales en un contexto de negociaciones complejas y prolongadas.
El debate interno en el PSOE: prudencia y consenso
Para los socialistas, la prisa por alcanzar un acuerdo con la patronal mediante ultimátums podría no ser estratégica. Prefieren seguir una táctica de llegar a un acuerdo amplio, incluso si eso implica tomar más tiempo en las negociaciones. Aseguran que Díaz comprende esta postura y ven viables las posibilidades de consenso con la patronal.
La postura de Sumar: compromiso con la legislación formal
Sumar insiste en que la reducción de la jornada laboral debe materializarse a través de un proyecto de ley en las Cortes, en línea con el acuerdo bipartidista de octubre pasado. Reconocen que este proceso legislativo podría llevar tiempo si se sigue el procedimiento ordinario.
Resistencia a un veto empresarial
Trabajo subraya que la reducción de la jornada laboral no debe estar sujeta a un veto por parte de la patronal. Insisten en que los empresarios tienen derecho a negociar y a presentar propuestas, pero no a bloquear la implementación de la medida legislativa ya acordada.
Compromiso firme y adaptaciones necesarias
El ministerio de Díaz mantiene una postura inflexible sobre la reducción de la jornada laboral, aunque está dispuesto a discutir los detalles específicos para mitigar el impacto en las empresas, especialmente las pymes. Se propone una reducción gradual de las horas de trabajo, acompañada de una reforma del registro horario y posibles multas por incumplimiento.