La suspensión de un agente de los Mossos d’Esquadra, presuntamente implicado en la fuga del expresidente catalán Carles Puigdemont, genera desacuerdo particularmente por parte del expresidente de la Generalitat, Quim Torra. El agente en cuestión forma parte del equipo de escoltas de Torra, quien ha salido en su defensa tras la decisión tomada por el conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena.
A través de un comunicado difundido en su cuenta de X Torra ha expresado su desacuerdo con la suspensión del agente. Ha destacado la profesionalidad y el compromiso del escolta, asegurando que ha demostrado ser un profesional eficiente y con una conducta impecable durante su tiempo de servicio. Según Torra, el agente ha sido crucial para el buen funcionamiento del equipo de seguridad, y nunca ha tenido motivo alguno para dudar de su ética laboral. Torra considera la suspensión como «sorprendente, improcedente e injusta» y ha solicitado una revisión urgente de la decisión para permitir que el agente se reincorpore de inmediato a sus funciones. Además, Torra se ha ofrecido a proporcionar cualquier información adicional que pueda ser necesaria para resolver esta situación.
La solicitud de Torra llega en un momento delicado, dado el trasfondo político de la fuga de Puigdemont, quien dejó Cataluña en octubre de 2017 tras la declaración unilateral de independencia, y las tensiones continuas entre las autoridades catalanas y el gobierno central . La decisión de suspender al agente podría tener implicaciones tanto a nivel político como administrativo. Torra, como expresidente, sigue teniendo una influencia significativa dentro del independentismo catalán, y su intervención podría presionar a la Conselleria de Interior para reconsiderar la suspensión. Sin embargo, la cuestión subyacente sobre la lealtad y las acciones de los cuerpos de seguridad en el marco de las tensiones políticas continúa siendo un tema sensible y de interés público.