Es fascinante nuestro locuaz ministro de qué más dará, Óscar puente, que suelta por esa boquita de túnel ferroviario todo aquello que se le venga a su pretendida mente ingeniosa, y luego no comprende que con toda acción se suele producir una reacción, y cuando se le contesta, se pone a gritar de manera tonante como el archidiácono Frollo de Quasimodo «¡fariseos!» (sic) a los que le critican, escandalizado más bien como novicia preconciliar ante el exabrupto del sacristán. Él, tan preocupado está por el asunto de las mofas y las befas a su impoluta persona, del escarnio que le puedan hacer en redes sociales o por parte de la canallesca, que hasta recopila todas las que contra él se le lanzan como dardos hirientes a su acicalada personalidad. Y se jacta de que lo que él hace es acorde a una especie de forma normal de actuar, sea uno ministro del Reino de España, o un pocero (¡y que me disculpen los poceros por la comparación!), ya que «en las redes se juega duro y, si no, pasas desapercibido y eres irrelevante».
Señor Ministro, saque papel, boli y apunte
Me va a permitir el señor ministro que le aconseje cómo seguro no pasaría desapercibido y no sería irrelevante. ¡Sabiendo insultar! Porque, seamos francos (¡chupito!), se le da fatal. ¡Pero que fatal! Se le nota la ausencia de lecturas clásicas. No ya de don Francisco de Quevedo, que le daría hasta la del pulpo aunque le bloqueara a la primera de cambio, enfurruñado por no comprender lo que le soltara el este sí que ingenioso cojo literato. Me refiero a algo por lo que veo que ni siquiera ha pasado don Óscar, que es por los tebeos. Y si son con muchos bocadillos llenos de letras y texto, ¡fijo que se los saltaba! Las onomatopeyas de los cómic Marvel o DC seguro que le gustaban. Pero leer a Blake y Mortimer, como que no le veo. Y, desde luego, para nada a Tintín. Con lo que desconoce la capacidad insultiva de un profesional como la del caballero Archibaldo de Hadoque. Archibald Haddock. ¡El capitán Haddock, vaya! Si lo hubiera leído sabría que tendría más de 260 insultos a elegir. E, incluso, con alguno de ellos quedar hasta como todo un tipo culto. Ya que me temo que no lo sea, se los dejo para que elija. Eso sí, ¡el significado que me lo busque en el Diccionario de la Real Academia! Y no hace falta que me dé las gracias, por mil millones de rayos y centellas:
Acaparador, alborotador, alcornoque, ametrallador con babero, anacoluto, analfabeto, analfabeto diplomado, anfitrión, animal, antipático, antracita, antropófago, antropopiteco, apache, aprendiz de dictador a la nuez de coco, archipámpano, arlequín, arrapiezo, asno, Atila de guardarropía, atontao, atropellador, autócrata, avasallador, azteca, bachi-buzuk, bachi-buzuk de los Cárpatos, basura, bandido, bárbaro, bastardo, bebe-sin-sed, beduino, beduino interplanetario, bergante, berzotas, bestia, bibéndum, bicharraco, bicho con plumas, borrachín, borracho, borrico, bribón, brontosaurio escapado de la prehistoria, bruto, bruto sombrío, bulldozer a reacción, burgués, cabeza de mula, cafre, calabacín, calabacín diplomado, canaca, canalla, caníbal, cantamañanas, carcamal, carne de horca, catacresis, cataplasma, Capta con todos, ceporro, cercopiteco, chafalotodo, chalao, charlatán, chuc-chuc, chupatintas, cianuro, ciclón ambulante, ciclotrón, cobarde, cochino, coleóptero, cólera, coloquíntido, coloquinto, coloquinto de grasa de antracita, condenado, corderito, cordero mal peinado, corsario, cotorra charlatana, cow-boy del volante, cretino, cretino de los Alpes, cretino de los Balcanes, criminal, cromagnon, cucaracha, Cyrano de cuatro patas, desalmado, descamisado, desgraciado, desharrapado, dinamitero, diplodocus, doríforo, ectoplasma, egoísta, embustero, emplasto, endemoniado bazar de… , energúmeno, equilibrista, esclavista, escorpión, espantajo, espantapájaros, esperpento gigante, esquizofrénico, estropajo, estúpido, extracto de hidrocarburo, fanfarrón, fantasma, Fátima de baratillo, fenómeno de truenos y relámpagos, filibustero, filoxera, flebotoma, forzudo, galápago, gamberro, ganapán, gángster, giróscopo, gitano, gordinflón, gran fariseo, granuja, grotesco polichinela, grumetillo, grumetillo del diablo, gusano, herético, hidrocarburo, holgazán, iconoclasta, idiota, imbécil, inca de carnaval, indio, individualista, infame, infeliz, insecto, invertebrado, Judas, jugo de regaliz, ku-klux-klan, ladrón, ladrón de niños, lechuguino, lepidóptero, lobo come-niños, loco, logaritmo, lorito, loro feo, macaco, macrocéfalo, majadero, mala peste, mala semilla, mamarracho, mameluco, marinero de agua dulce, marmota, mataperros, matón, medio loco, megaciclo, megalómano, mejillón relleno, mequetrefe, mentiroso de órdago, mercader de alfombras, mercado negro, mercantilista, merengue, merino, merluzo, miedoso, miserable, mocoso, momia, monigote, mono, morucho, moscardón, mujik, Mussolini de carnaval, naufragador, negrero, nictálope, niña pantera, nuez de coco, oficleido, oricterópodo, ornitorrinco, oso mal peinado, ostrogodo, pacta-con-todos, paleto, palurdo, palurdo de los Cárpatos, paniaguado, papanatas, papú, papú de mil diablos, paranoico, parásito, patagón, patata, payaso, pchkraaprut, piel roja, pies descalzos, pirata, pirata de carnaval, pirata del cielo, pirómano, polígrafo, porquería de aparato tragaperras, proyectil teledirigido, ratón, rapaz, renegado, reptil, residuo de ectoplasma, ridículo, rizópodo, rocambole, sajú, saltimbanqui, salvaje, sapo, sátrapa, sietemesino con salsa tártara, sinvergüenza, tecnócrata, terrorista, tonto de capirote, torturador, tozudo, traficante en carne humana, traidor, tramposo, troglodita, vampiro, vándalo, vegetariano, vendedor de alfombras, vendedor de guano, víbora, visigodo, viviseccionista, zapoteca, zapoteca de truenos y rayos, zopenco, zuavo, zulú.
De nada.
