Pedro Sánchez afronta un comienzo de año cargado de tensión política dentro del PSOE. Cuatro territorios Extremadura, Cantabria, Murcia y Aragón serán escenario de primarias regionales, en las que el secretario general y presidente del Gobierno busca consolidar su liderazgo frente a sectores críticos. Estas elecciones internas determinarán no solo los nuevos nombres al frente de las federaciones autonómicas, sino también el pulso interno entre la dirección de Ferraz y los barones regionales.
En Aragón, el duelo está marcado por el distanciamiento de años entre Sánchez y el expresidente autonómico Javier Lambán. Con la salida de este último, la lucha se concentra entre Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz del Gobierno, y Darío Villagrasa, candidato apoyado por Lambán. Alegría, que cuenta con el respaldo directo de Ferraz, anunció su candidatura antes que Villagrasa, quien tardó unos días en formalizar su decisión tras recibir el aval del exmandatario aragonés.
El enfrentamiento refleja una pugna personal y política que se arrastra desde hace tiempo. Pese a la proyección mediática de Alegría, la ventaja inicial parece estar del lado de Villagrasa, quien cuenta con una red territorial consolidada. De perder la ministra, la lectura sería clara: una derrota directa de Sánchez frente a una estructura que le ha plantado cara en numerosas ocasiones.
La situación en Murcia también está cargada de incertidumbre. La retirada de Pepe Vélez, anterior secretario general, dejó vía libre a Francisco Lucas, candidato impulsado por el propio Sánchez y miembro de su Ejecutiva Federal. Sin embargo, la irrupción de Diego Conesa, exsecretario general murciano al que Moncloa apartó en su momento, ha reconfigurado el escenario. Conesa cuenta con el respaldo de varios alcaldes y sectores críticos que ven en él una alternativa frente al control de Ferraz.
La batalla murciana se plantea como un nuevo frente en el que el presidente del Gobierno medirá su capacidad para imponer su criterio. Si bien Lucas parte como favorito por el respaldo institucional y el apoyo explícito de Vélez, el resultado final está lejos de ser previsible.
Extremadura y Cantabria completan el mapa de incertidumbre interna. En Extremadura, Miguel Ángel Gallardo buscará revalidar su liderazgo frente a Esther Gutiérrez, alcaldesa de Zarza la Mayor y exconsejera del gobierno regional de Guillermo Fernández Vara. La figura de Gallardo, cuestionada por su imputación en un caso de corrupción relacionado con la contratación del hermano de Sánchez, genera tensión dentro del partido. A pesar de ello, cuenta con un importante respaldo interno tras haber ganado las primarias anteriores frente a una candidata apoyada por Ferraz.
Finalmente, Cantabria se prepara para una contienda sin cuartel entre Pablo Zuloaga y Pedro Casares. Ambos aspirantes aseguran contar con el respaldo de Pedro Sánchez, aunque la dirección del partido ha optado por no pronunciarse de manera pública. La rivalidad entre Zuloaga, actual secretario general, y Casares, diputado nacional y exmiembro de la Ejecutiva Federal, se remonta al pasado Congreso Federal, donde Casares logró imponerse en la representación regional frente a Zuloaga.